El espectáculo comenzó poco minutos después de las 21 con un mensaje ecológico transmitido a través de una pantalla gigante. Al mismo tiempo, parte de los 153 artistas convocados a participar de los festejos realizaron una representación con olivos sobre el escenario.
"La idea es que la gente tome conciencia de cuidar nuestro planeta", sostuvo David Maya quien, junto a Carola Sosa, estuvo a cargo de la dirección general y la puesta en escena de la Bendición de los Frutos.
La entrada de las Reinas, entre ellas las soberanas que dejarán su mandato el 6 de marzo, Candela Carrasco y Nadya De Longo, cautivó la mirada de todos los presentes pero el público aclamó con fuerza y levantó sus pañuelos celestes y blancos cuando llegó el turno de recibir a la Virgen de La Carrodilla.
La Patrona de los Viñedos salió de San Rafael, su última parada, y recorrió las principales parroquias del Gran Mendoza hasta llegar a Maipú para bendecir las uvas y el resto de la producción de esta nueva edición vendimial.
El agua, que a diario riega las producciones de la provincia, también tuvo un cuadro especial y dio paso a la presentación de la cosecha, obtenida a base del arduo trabajo de los mendocinos que labran la tierra. En ese momento se presentó monseñor Arancibia, junto con dos sacerdotes de Maipú, Gastón Peroni y Mariano Carrizo, para bendecir los frutos y a los trabajadores del suelo, "porque gracias a ellos hoy tenemos Vendimia", sostuvo el Arzobispo.
Los coros Santa María de la Esperanza y el de la comuna maipucina pusieron su toque a lo largo de cada uno de los pasajes litúrgicos y artísticos. Luego de la homilía de Arancibia se elevaron varias oraciones. Entre ellas se destacó un pedido especial por Chile, que fue golpeado por el terremoto ocurrido el sábado pasado a la madrugada.
El clásico golpe de reja estuvo a cargo del gobernador Celso Jaque. A su lado, también estuvieron el Arzobispo, la Reina Nacional de la Vendimia, Candela I, el presidente de la Federación Agraria, Adrián San Juan, y la intendenta interina de Maipú, Olga Bianchinelli.
Una vez que se brindó con el vino nuevo por la esperanza, la paz, la prosperidad, el trabajo y Mendoza, los artistas se lucieron en el escenario de 300 metros de largo, montado en medio del Parque Metropolitano.
El espectáculo tuvo un pequeño homenaje a Mercedes Sosa y cerró con un emotivo cuadro que hizo referencia al año del Bicentenario. Allí se desplegó la actuación de varios grupos folclóricos. La fuerza del malambo puso el punto final al show. Gauchos y artistas bailaron con pañuelos celestes y blancos y levantaron una bandera de 10 metros de largo.
Antes de comenzar la celebración se realizaron diversas actividades en el espacio verde maipucino. No faltaron los grupos musicales y las estatuas vivientes. Desde temprano, la gente comenzó a buscar un lugar estratégico para disfrutar del inicio de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2010. Virginia Di Bari .
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