La elección fue el corolario de la fiesta “Cuitas de la cepita”, que se caracterizó por un guión sin complejidades y mucho dinamismo.
Seis mil personas disfrutaron del espectáculo dirigido por segundo año por Héctor Irusta y que fue llevado hasta el santuario de la Virgen de Lourdes en El Challao.
El espectáculo
Un escenario de líneas muy sencillas se montó en la entrada de la iglesia, otorgándole particular protagonismo a la estructura de la edificación. A las 22.12 el grupo local La Joda dio comienzo al evento tocando en vivo un tema de cumbia villera de la que se hicieron parte sobre el escenario gran cantidad de bailarines pero sin generar demasiada adhesión en el público.
El guión dejó de lado la tradicional crónica de la vitivinicultura mendocina para centrarse en los avatares por los que debe pasar la cepa a lo largo del año y concluyendo con el agradecimiento al trabajador de la viña que contribuye a su supervivencia.
Diversos personajes encarnaron a los males de la naturaleza y de lo social, algunos de destacada simpatía como el viento Zonda, que aseguró que no está acostumbrado a pedir permiso y que los demás tildaron de prepotente. Muy pintoresco fue el cuadro que hizo referencia al granizo, el cual fue representado por un baile de zapateo y boleadoras.
La historia concluye con un pedido de disculpas a la cepa por parte de todos los personajes y con un mensaje esperanzador por parte de esta.
Un tono folclórico y tradicional recorrió la fiesta, dado fundamentalmente por la vestimenta de las soberanas y el habla casi gauchesca utilizada en los relatos.
No se anunció la presencia de la imagen de la Virgen pero estuvo latente en el ámbito en el que se desarrolló la fiesta y el pedido de aplausos para ella que la conductora Laura Carbonari hizo en un par de oportunidades. El espectáculo de fuegos de artificio del final en el ámbito del Santuario fue de una impresión magnífica para quienes sienten la religiosidad intensamente.
Una colaboradora habitual del lugar comentaba emocionada “esto nunca se vio acá, es hermoso”, mientras la cruz de la iglesia se recortaba en el cielo iluminada por los fuegos de artificio.
La elección
A las 23.50 dio comienzo la elección luego de que las candidatas se acomodaran sobre el escenario ataviadas con ropa estilo gauchesco, remeras y faldas blancas y negras con una guarda pampa y una faja a la cintura con los colores de la bandera argentina.
Desde el comienzo la candidata de Sierras de Encalada se posicionó como la preferida acumulando una indiscutida cantidad de votos, 37, lo que trasladó la emoción de la elección a la puja por el virreinato. El resto de las candidatas obtuvieron una cantidad muy similar de votos, pero finalmente la corona quedó para la representante de El Zapallar con 17 votos, pisándole los talones con un voto menos quedó la belleza de Panquehua.
La nueva soberana de Las Heras tiene 20 años, ojos verdes, cabellos castaño oscuro y cursa primer año de la carrera de Kinesiología y recibió la corona de manos de la reina saliente Rocío Moreno. La virreina tiene 19 años, ojos verdes, cabellos rubios y cursa el tercer año del profesorado de Nivel Inicial.
La fiesta contó con una presencia concurrida de autoridades, mientras que algunos de ellos además tuvieron una activa participación. Se encontraban el intendente Rubén Miranda quien ingresó al predio junto al gobernador Celso Jaque y el ministro de Desarrollo Humano Carlos Ciurca. También dijeron presente el secretario de Cultura Ricardo Scollo y el titular de Seguridad Carlos Aranda.
El intendente y el gobernador tuvieron su protagonismo cuando se le animaron a la cueca de la Viña Nueva en medio de un multitudinario baile.
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